lunes, 5 de marzo de 2012

La correa en el paseo

Habitualmente, cuando salimos a pasear con nuestros cachorros humanos, solemos ser nosotros los que llevamos la iniciativa. Nos gusta llevar a la carrera a estos, de un lado para otro, parando cuando nos apetece, olfateando donde hay algo que nos llame, etc. Sin embargo, la realidad es otra, lo que nos gusta es que nuestros cachorros nos dirijan en el paseo, nos gusta hacer ver a los demás canes, lo bien adiestrados e inteligentes que son nuestros cachorros, pero claro, siempre hay algún cachorro despistado, que confunde dirigir un paseo a través de pequeños tirones en la correa para reconducir nuestra atención con el lanzamiento de martillo...

En fin, aquí dejo algunas instrucciones para conseguir que el paseo con correa no sea tan tortuoso...

- La correa no debe ser asociada con algo negativo, habrán de conseguir que seamos nosotros los que nos acerquemos a la correa y no al revés.
- El humano, habrá de iniciar el paseo con energía serena y firme.
- Dejar al Humano que salga primero por la puerta y que sea también el primero en entrar, esto le dará seguridad y a nosotros nos confirma que no debemos preocuparnos de otra cosa que no sea seguir a nuestro guía.
- Han de aprender a sostener la correa de un modo relajado, sin tensiones. Mirando al frente mientras se pasea, no pendientes de nosotros, es que no se dan cuenta de que nos agobian!?. Si durante el paseo, se nos cruza algún olor y nos adelantamos, habremos de enseñarles que alomejor poniendo algún palitroque o similar a modo de obstáculo, probablemente nos recuerde que debemos retroceder.
- Si veo a un perro más grande que yo al otro lado de la acera, o en la misma, y que viene hacía nosotros, lo normal es que si está bueno/a me quiera acercar. El cachorro humano ha de controlar sus miedos, en la mayoría de ocasiones, y no preocuparse sólo queremos jugar. Tienen que saber que esos tirones y esa tensión que transmiten son contraproducentes de cara al futuro, pueden generar comportamientos no deseados.
-Por último, en algún momento del paseo, soltamos la correa, para que el cachorro humano se relaje, mientras ahora sí, nosotros olfateamos por ahí y tal y tal... Y vuelta para casa, ojo, ya se que volvéis con ganas de beber, ser pacientes y recordar, que entren ellos primero, y que continúen prestándonos servicio, que además del agua, nos rellenen el cuenco de la comida, y que comenten entre ellos lo guapos que somos...


3 comentarios:

  1. Que buenos consejos Cua, y que bien le van a venir a Huber y a sus cachorros...

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  2. Ey!! Bienvenido Huber, espero que tengas paciencia con tus cachorrillos.. No te enfades cuando no entiendan lo que nos gusta hacer los primeros pises en el flamante suelo del salón..;)

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  3. Bueno, yo ayer hice pipi y popo en el no-tan-flamante suelo de la cocina pero esta mañana les he demostrado que soy capaz de hacerlo en el jardín (si son listos y me dejan salir, claro)

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